Un bailarín en atuendo tradicional de Nativo Americano
ejecutó como parte del 10mo "Festival de Tambores a
lo largo del Hudson". PHOTO:ISAACC GARCIA
Historia por Robin Lawless
Fotos por Q PHOTO NYC
"Ría, grite, sea feliz! Hoy es un gran día"!
Esta fue la bendición de apertura que el
Líder Mohawk Tom Porter pronunció ante la multitud este pasado domingo
20 de mayo, en el transcurso del 10mo. "Festival Anual Tambores A lo
largo del Hudson" en Inwood Hill Park.
La celebración de la herencia Nativo
Americana resultó ser una fiesta multi-cultural, la cual contó con
exhibiciones que destacaron las tradiciones del baile y el tambor, artes
y manualidades, y comida internacional.
Participaron grupos representando a las Cinco Naciones Indígenas, luciendo su vestimenta tradicional.
Y el parque en el norte de Manhattan
resultó ser el lugar natural para la reunión, ya que es el último bosque
restante en la ciudad y hace mas de 3000 años, sirvió como terreno para
la caza y la pesca para el pueblo nativo Lenape.
Para muchos, fue una oportunidad para liberarse de los vestigios de la vida citadina y conectarse con el pasado.
"Esta es una oportunidad para nosotros
compartir algo de nuestra cultura antigua con la comunidad", dijo
Roberto Borrero de la Sociedad Cultural Taína, luego de que su grupo
ejecutara durante la ceremonia de apertura.
Un participante en atuendo formal.
El pueblo Taíno tuvo su origen en el Caribe y fueron la primera tribu que encontró Cristóbal Colón.
"Este es el lugar donde los nativos
pescaban y residían", dijo Jane Schachat, antigua administradora de
parques para Manhattan Norte, quien se retiró en el 2007, luego de 26
años de servicio.
"Estamos caminando donde ellos lo
hacían. Resulta sorprendente que aún exista", agregó. Schachat, quien
fue homenajeada durante el festival por su trabajo en la restauración de
dos parques en el norte de Manhattan, Inwood Hill y Fort Tyron, se le
atribuyó el ser parte de la razón por la cual los parques han mantenido
su importancia.
"Me siento muy conmovida", expresó Schachat refiriéndose al homenaje. "Estos parques fueron mi pasión".
LaDonna Harris, Presidenta de Americanos
por la Oportunidad Indígena fue también homenajeada, por sus
contribuciones a causas humanitarias y a la gestión medioambiental.
Su legado fue el dejarnos esta área para nuestro disfrute porque la cuidaron muy bien.
Oficiales electos, incluyendo a Scott
Stringer, presidente del Condado, el Senador Estatal Adriano Espaillat, y
el Concejal de Nueva York Robert Jackson entre otros, se detuvieron
para expresar su respaldo.
Un árbol de pino blanco, un Iroquois
símbolo de paz, se sembró en el parque para conmemorar la memoria de los
líderes comunitarios que nos han dejado en el transcurso del pasado
año.
Asistentes al festival de todas las edades disfrutaron de un día pletórico
de música, historia y danza.
Entrada la tarde, una procesión de
personas en colorido vestuario ingresaron al campo pow-wow y patearon un
poco de polvo, ejecutando danzas tradicionales al sonido de los
tambores mientras la multitud les observaba.
Greywolf Richards, un indígena Cherokee
de North-Eastern Band quien reside en el Bronx, se pintó su rostro de
rojo y negro y ejecutó una danza conocida como arriba la serpiente.
"Aquí vivimos en una jungla de concreto,
somos indios urbanos. El poder bailar aquí, cerca del agua, es una
forma de reconectarse con la Madre Tierra", expresó.
El festival incluyó interpretaciones de
una variedad de grupos que demuestran la excepcional diversidad de la
ciudad de Nueva York.
"Se trata de reunir a la gente, y
disfrutar de nuestras culturas", expresó Carl Nelson, quien fue
productor del evento para Lotus Music and Dance.
Entre los grupos presentes estaban The
Thunderbird American Indian Dancers, bailarines de Jacques d'Amboise
National Dance Institute, New York Chinese Cultural Center, Harambee
Dance Company (danza Africana), Val-Inc Afro-Electronic), Kasibahagua
Taino Cultural Society (Caribeño), y Kahurangi Maori Dance Company (Nueva
Zelandia).
Los asistentes al festival agradecieron lo hermoso del día, y apreciaron el tener el evento en su vecindad.
"Es extraordinario que aún recordamos y
celebramos la herencia", expresó Wendy Herlich, residente de Park
Terrace, quien vino con su hija Vera.
Y el mensaje se reflejó durante todo el
día, mientras aquellos vistiendo un ropaje mucho mas casual se unieron a
aquellos que lucían elegantes adornos de cabeza con pedrería, completo
con su hacha de guerra, y vestuario en los espaciosos terrenos del
parque, para danzar, echar un vistazo y compartir unas palabras—y más
que nada, sonreír.
"Aunque aparentamos ser diferentes, todos somos una misma cosa", apuntó Nelson.
Para conocer más sobre el evento, acuda a http://www.drumsalongthehudson.org.
Fuente: http://www.manhattantimesnews.com/
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